El baile terapéutico, la alegría de vivir

El baile terapéutico, la alegría de vivir 

¿Qué sería del ser humano sin movimiento? ¿Sin baile? ¿Sin música? El baile terapéutico 

En nuestra residencia, no nos imaginamos una cocina sin estos sencillos pero a la vez tan necesarios ingredientes, por lo que hemos introducido en nuestras actividades regulares el denominado “baile terapéutico, entendido como el uso del movimiento y el baile como facilitador de la expresión de sentimientos, el desarrollo personal y la integración social.

Más que pasos: el baile como expresión y conexión

El foco en este tipo de actividad no está en los pasos perfectos o las coreografías complejas, sino en el proceso de exploración y expresión a través del movimiento y el baile.

 

Así, el baile permite que el cuerpo se exprese más allá de las palabras. Recordando que, a pesar de las limitaciones, el cuerpo sigue siendo capaz de moverse, de sentir la música y de responder a la alegría. La vida continúa y el cuerpo sigue siendo un vehículo para la experiencia, para la conexión con la vida. 

¿Qué efectos produce el baile en nuestros residentes? Emociones, relaciones sociales, comunicación y presencia

Se transportan a otros tiempos y lugares, reviven emociones dormidas, conectan con la vida, con su corazón. Una melodía familiar puede evocar la energía de una juventud lejana, la felicidad de un primer amor o el calor de una celebración familiar. El baile y la música se convierten en la llave que les abre el acceso a la alegría pura e incondicional.

La música y el movimiento diluyen las barreras de la timidez y la soledad, creando un espacio donde el ser humano se siente visto, valorado y parte de algo. Nos permite hablar sin decir una palabra. Es el lenguaje del cuerpo que se comunica con otro, creando un diálogo de respeto, compañía y afecto, permite a los residentes relacionarse de una forma que trasciende la palabra.

 

Al movernos al ritmo de la música, experimentamos una euforia que disipa la tristeza y el estrés. El rostro se ilumina con una sonrisa que no se puede fingir, un brillo en los ojos que solo aparece cuando el alma se siente libre y feliz.

El baile terapéutico como actividad esencial en nuestro día a día en la Residencia Virgen del Carmen

Es por todo lo expresado en estas palabras, por lo que en nuestra residencia el baile terapéutico se ha convertido en una de nuestras actividades estrella más demandadas, ya que son los propios residentes los que me preguntan ilusionados “¿cuándo vamos a volver a hacer eso del baile?” y los que después de cada sesión se acercan a mí con brillo y alegría en los ojos y me refieren, “gracias, he disfrutado mucho”.

 

Así, al darles a nuestros mayores la oportunidad de bailar, se les ofrece la oportunidad de sentir la vida de nuevo, con su cuerpo, con su mente y, sobre todo, con su corazón, porque el envejecimiento no tiene por qué ser una etapa de quietud y soledad, porque la vida se baila mejor en compañía.

Sigamos bailando, sin importar cuántos años hayan pasado, aunque cambiemos la melodía o el ritmo, porque mientras haya música en el aire y un corazón dispuesto a sentir, la vida continuará su hermoso vals.

Un verano que deja huella: la experiencia de Nacho como voluntario en la residencia Virgen del Carmen

Un verano que deja huella: la experiencia de Nacho como voluntario en la residencia Virgen del Carmen

Un verano que deja huella: la experiencia de Nacho como voluntario en la residencia Virgen del Carmen

 

En la residencia Virgen del Carmen, cada verano se convierte en una oportunidad para crear vínculos nuevos, compartir historias y aprender de la experiencia de nuestros mayores. Durante la última quincena de julio, tuvimos la suerte de contar con Nacho, un joven voluntario que llegó casi por casualidad, pero que se fue con el corazón lleno. Su paso por la residencia ha sido un regalo para residentes y profesionales, y sus palabras resumen a la perfección lo que significa abrirse a este tipo de vivencias.

“La idea de hacer voluntariado no fue mía, me sugirieron hacer algo del estilo esta última quincena de julio. Sin embargo, una vez terminada la experiencia, tengo que agradecer que me recomendaran hacerlo, porque me ha aportado mucho más de lo que hubiera pensado.”

Descubriendo un lugar lleno de vida

Así comenzó Nacho su camino como voluntario. Sin grandes expectativas, pero con la disposición de estar presente, escuchar y aprender. Lo que encontró en nuestra residencia superó todas sus ideas previas: descubrió un lugar lleno de vida, de historias que esperan ser contadas y de personas que, con una sonrisa, te enseñan a mirar la vida con otros ojos.

“Pasar tiempo con los residentes, personas amables y con ganas de contarte su vida, aporta mucho más al voluntario de lo que les alegra el día ver a gente nueva y joven, que, según ellos, no es poco.”

 

Vínculos que se forman en poco tiempo

Durante dos semanas, Nacho compartió tiempo con nuestros mayores: charlas en el jardín, juegos, paseos, recuerdos del pasado que se volvieron presentes gracias a su escucha atenta. En poco tiempo, se forjaron lazos sinceros. La despedida no fue fácil, pero quedó el compromiso de volver.

“Entrevistando este último día a aquellos con los que había coincidido más, me he dado cuenta no sólo del cariño que me habían cogido en tan poco tiempo, sino también del que yo les había cogido y de lo que sabía de sus vidas por haberse interesado siempre en contármelo.”

Aprendizajes compartidos con el equipo profesional

En sus palabras hay gratitud, y también una emoción que se contagia. Nacho no olvida mencionar al equipo de profesionales que le acompañó y guió durante su estancia. Porque el voluntariado es también aprender del ejemplo, de quienes cada día cuidan con respeto y ternura.

“Tengo que agradecer a todo el equipo de la residencia por acogerme y permitirme vivir esta experiencia, especialmente a José Miguel, sin el cual no podría haber hecho este voluntariado, y a Verónica y Fátima, a las que he ayudado estas dos semanas y gracias a las cuales me voy conociendo a tantas personas enriquecedoras para mí.”

Una despedida que sabe a “hasta pronto”

Nacho se despide, pero no se va del todo. Prometió volver en septiembre, porque en tan solo quince días ha descubierto que lo que se da con el corazón, siempre vuelve multiplicado.

“Termino estas dos semanas llevándome mucho más de lo que he invertido…”

El voluntariado como experiencia transformadora

Su testimonio nos recuerda que el voluntariado no es solo un acto de generosidad, es también una puerta abierta al crecimiento personal, a la empatía y al valor de compartir tiempo con quienes tienen tanto por enseñar.

Una invitación abierta a vivir esta experiencia

Desde la residencia Virgen del Carmen, animamos a todas aquellas personas que estén valorando dedicar unas horas a acompañar a nuestros mayores, a dar el paso. Porque detrás de cada encuentro hay una historia que merece ser escuchada, y detrás de cada gesto, un impacto profundo que deja huella en ambos sentidos.

Si alguna vez te has preguntado si merece la pena… ven a descubrirlo por ti mismo.

Un verano que deja huella: la experiencia de Nacho como voluntario en la residencia Virgen del Carmen

Tiempo de calidad: cómo hacer de cada visita un recuerdo inolvidable

Tiempo de calidad: cómo hacer de cada visita un recuerdo inolvidable

Tiempo de calidad: cómo hacer de cada visita un recuerdo inolvidable

Las visitas son uno de los momentos más esperados por las personas que viven en la Residencia Virgen del Carmen. Son espacios de reencuentro, afecto y conexión que dan sentido al día a día, fortalecen los vínculos familiares y mejoran el bienestar emocional de los residentes.

En nuestra residencia contamos con espacios muy especiales que invitan a compartir momentos de calidad como el jardín, hogar de nuestros peces y pájaros, o el Forum, un bar que aunque es externo, forma parte de la vida cotidiana de muchos residentes. A continuación, te ofrecemos algunas ideas para que cada visita se convierta en una experiencia más cercana, significativa y memorable.

Visitas al jardín: naturaleza, calma y conexión

El jardín de la residencia es un entorno natural que despierta los sentidos. Allí viven nuestros peces y pájaros, que no solo alegran el espacio, sino que también ofrecen una oportunidad para interactuar de manera tranquila y emocionalmente enriquecedora.

Aquí tienes algunas ideas para aprovechar este entorno:

  • Leer juntos al aire libre: trae un libro, una revista o incluso cartas familiares y léelas en voz alta. Compartir palabras en este entorno sereno puede generar conversaciones entrañables.

  • Observar la vida: alimentar a los peces o mirar el vuelo de los pájaros puede parecer simple, pero muchas veces abre la puerta a recuerdos de la infancia o historias del pasado.

  • Revivir memorias con fotos o música: utiliza una tablet o móvil para mostrar fotos familiares o escuchar canciones que hayan marcado la vida del residente.

  • Actividades sensoriales suaves: tocar hojas, oler flores, disfrutar del sol. Estos estímulos generan bienestar, especialmente en personas con deterioro cognitivo.

  • Pequeños juegos o ejercicios: juegos de palabras, adivinanzas, preguntas sobre el pasado. Todo en un ambiente tranquilo y sin prisas.

El Forum: un rincón para compartir y celebrar

El Forum, nuestro bar, es un espacio ideal para encuentros sociales más distendidos. Aunque está fuera del edificio principal, es una extensión del hogar de nuestros residentes.

Algunas sugerencias para visitas allí:

 

  • Tomar una merienda juntos: compartir un café, un zumo o un dulce puede ser un gesto sencillo pero muy reconfortante.

  • Celebrar momentos especiales: cumpleaños, aniversarios o simplemente una tarde cualquiera pueden ser la excusa perfecta para decorar la mesa, brindar y crear recuerdos.

  • Charlas significativas: en un entorno diferente al de la habitación, las conversaciones fluyen de otra manera. Preguntar por historias familiares, anécdotas, o sueños pasados puede abrir ventanas inesperadas.

  • Juegos de mesa ligeros o pasatiempos: si la persona lo disfruta, pueden compartir crucigramas, dominó o simplemente colorear juntos.

Preparar la visita con intención

Antes de venir, piensa en cómo está tu familiar: ¿ha tenido un buen día?, ¿está más activo o más tranquilo?, ¿hay algo que le preocupa o ilusiona últimamente? Adaptar el momento a sus necesidades emocionales y físicas es clave.

Traer algún pequeño objeto simbólico (una carta, un dibujo de un nieto, una flor del camino) puede hacer que la visita cobre aún más sentido. Y sobre todo, ven con disposición para escuchar, observar y estar presente.

El valor de estar juntos

A veces pensamos que para que una visita sea especial, debe ser larga o tener una actividad concreta. Pero en realidad, lo más importante es la calidad del tiempo compartido. Estar, mirar a los ojos, coger la mano, sonreír… eso queda en la memoria afectiva mucho más de lo que creemos.

Desde la Residencia Virgen del Carmen te animamos a seguir creando recuerdos, a convertir cada visita en una oportunidad para sembrar afecto y recoger sonrisas. Porque los lazos que se cultivan con amor, no envejecen nunca.

Tiempo de calidad: cómo hacer de cada visita un recuerdo inolvidable

Este verano, más prevención: cómo evitamos infecciones urinarias en la Residencia Virgen del Carmen

Cómo prevenir las infecciones urinarias en verano en la Residencia Virgen del Carmen

Este verano, más prevención: cómo evitamos infecciones urinarias en la Residencia Virgen del Carmen

El riesgo de las ITU en personas mayores durante el verano

Con la llegada del calor, aumenta el riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU), especialmente en personas mayores. En la Residencia Virgen del Carmen sabemos que los cambios fisiológicos propios de la edad y patologías asociadas, como la incontinencia o la inmovilidad, incrementan esta vulnerabilidad, por lo que extremamos las medidas de prevención durante los meses estivales.

Por qué es importante la prevención

La deshidratación, la movilidad reducida y el uso de sondas urinarias son factores que favorecen la aparición de infecciones. Además, las ITU pueden derivar en complicaciones más graves si no se detectan o previenen a tiempo, afectando la calidad de vida y el estado general de nuestros residentes.

Hidratación: la clave en verano

Una adecuada hidratación es la primera medida preventiva. En épocas calurosas, muchas personas mayores no sienten sed o tienen dificultades para expresar sus necesidades, lo que reduce su ingesta de líquidos. Esto provoca una mayor concentración de la orina y facilita la proliferación de bacterias.
Recomendación: asegurar una ingesta mínima de 1,5 a 2 litros diarios, salvo contraindicación médica, priorizando agua, infusiones suaves o gelatinas.

Cuidado de la higiene perineal

Mantener una correcta higiene íntima previene infecciones:

 

  • Realizar la limpieza de forma suave, con productos neutros.

  • Limpiar siempre de adelante hacia atrás para evitar la contaminación fecal.

  • Cambiar los absorbentes con la frecuencia necesaria para evitar humedad y maceración, que favorecen la colonización bacteriana.

Evitar el estreñimiento como medida preventiva

El estreñimiento puede dificultar el vaciado vesical y favorecer la retención urinaria, aumentando el riesgo de ITU. Para prevenirlo:

  • Dieta rica en fibra.

  • Ejercicio moderado adaptado a cada residente.

  • Establecer un patrón regular de eliminación.

No todas las bacterias en la orina son infección

Es importante recordar que la presencia de bacterias en la orina sin síntomas (bacteriuria asintomática) no requiere tratamiento antibiótico, salvo en casos excepcionales, como procedimientos urológicos invasivos. Tratar sin indicación contribuye a la aparición de resistencias bacterianas, un problema creciente de salud pública.

Cuándo sospechar una ITU y consultar con el equipo médico

Según las guías clínicas y organismos como la SEGG o los CDC, el tratamiento de ITU se reserva a casos con síntomas claros:

Fiebre
Dolor o ardor al orinar
Urgencia o frecuencia urinaria
Dolor suprapúbico o lumbar
Cambios en el estado mental sin otra causa aparente

Nuestro compromiso con la prevención y el cuidado integral

En la Residencia Virgen del Carmen trabajamos día a día para garantizar la salud y bienestar de nuestros residentes. La prevención de ITUs en verano requiere medidas sencillas pero constantes: buena hidratación, higiene adecuada, control del estreñimiento, vigilancia clínica y uso responsable de antibióticos. Solo así podemos proteger la salud de las personas que cuidamos y frenar la amenaza creciente de las resistencias antimicrobianas.

Cómo prevenir las infecciones urinarias en verano en la Residencia Virgen del Carmen