DIABETES

DIABETES

 

Los cuidados de enfermería en una residencia de mayores para el manejo de la diabetes son fundamentales para asegurar la salud y el bienestar de los residentes. La diabetes, una enfermedad crónica común en la población mayor, requiere un enfoque integral que incluya vigilancia constante, educación y apoyo emocional.

El personal de enfermería de la residencia Virgen del Carmen realiza evaluaciones periódicas de los niveles de glucosa en sangre, asegurando que se mantengan dentro de los rangos recomendados. Esto implica la administración de insulina o medicamentos orales según lo prescrito, así como el monitoreo de posibles efectos secundarios. Es crucial que las enfermeras estén capacitadas para reconocer signos de hipoglucemia o hiperglucemia y actuar rápidamente.

La educación sobre la diabetes es esencial. Las enfermeras informan a los residentes sobre la importancia de la dieta, ayudándoles a seguir un plan alimenticio que controle la glucosa. Se promueven opciones saludables y se supervisan las comidas, garantizando que se mantenga una ingesta equilibrada, rica en nutrientes y baja en azúcares simples.

La actividad física es otro componente clave en el manejo de la diabetes. El personal fomenta la participación en ejercicios adaptados, teniendo en cuenta las capacidades de cada residente, lo que ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina. La prevención de complicaciones es crucial, especialmente en el cuidado de los pies, dado el riesgo de infecciones. Las enfermeras realizan inspecciones regulares y educan a los residentes sobre el cuidado adecuado de los pies.

Por último, el apoyo emocional y la comunicación con las familias son esenciales para crear un entorno de apoyo y comprensión. En resumen, los cuidados de enfermería en la diabetes son vitales para manejar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los residentes.

ALIMENTACION E HIPERTENSIÓN (HTA)

Alimentación e Hipertensión

En la residencia Virgen del Carmen somos conscientes de  la importancia que tiene la alimentación para prevenir numerosas enfermedades y para obtener una mejora en la calidad de vida de nuestros residentes.

Una de estas complicaciones que puede aparecer en el adulto mayor es la HTA que se considera un factor de riesgo cardiovascular y ocurre cuando la presión arterial se eleva ya sea por enfermedades (endocrinas, renales…) abuso de tabaco, abuso de alcohol, estrés, sobrepeso, falta de ejercicio… y por seguir una dieta con exceso de sal.

Se considera que la presión arterial está elevada cuando se presentan valores iguales o superiores a 140 mm de Hg de presión sistólica y 90 mm de Hg de presión diastólica.

Numerosos estudios demuestran que reducir la cantidad de sodio en la dieta reduce la presión arterial. Ya que la sal es necesaria en el organismo en pequeñas dosis, pero si se sobrepasa la cantidad adecuada se puede producir retención de líquidos y aumento de la presión arterial.

Los alimentos frescos suelen tener una concentración de sal mucho más baja que los preelaborados o precocinados, por lo que es recomendable evitar o reducir el consumo de ultraprocesados como son los cubitos de caldo, sopas comerciales, bacalao salado, tocino de cerdo, pizzas, bacón, precocinados (croquetas, empanadillas…), jamón serrano, jamón cocido, queso manchego, patatas fritas comerciales, frutos secos tostados salados o embutidos.

En la residencia Virgen del Carmen contamos con una nutricionista que elabora y supervisa un menú semanal variado y equilibrado a base de alimentos frescos y saludables. Nuestro centro dispone de  cocina propia la cual  se adapta en todo momento  a las necesidades alimenticias de nuestros residentes.