PREVENCIÓN DE LESIONES EN EL ADULTO MAYOR

 

PREVENCIÓN DE LESIONES EN EL ADULTO MAYOR

El envejecimiento conlleva cambios físicos y funcionales que pueden aumentar el riesgo de lesiones. Las caídas, fracturas y otros accidentes son frecuentes en esta etapa de la vida. En la residencia Virgen del Carmen adaptamos nuestro entorno con medidas adecuadas de prevención para reducir significativamente estos riesgos.

Factores de riesgo y prevención

  • Ambiente seguro: Es fundamental adaptar el hogar a las necesidades de cada persona, eliminando objetos que puedan entorpecer y adaptando barras de apoyo en baños y escaleras.
  • Ejercicio y movilidad: La actividad física regular mejora la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad, reduciendo el riesgo de caídas. Ejercicios programados y fisioterapia suelen ser beneficiosos.
  • Control de enfermedades crónicas: Condiciones como la osteoporosis, la artritis o la diabetes pueden afectar la movilidad y aumentar la probabilidad de lesiones. Un seguimiento médico adecuado y el cumplimiento del tratamiento son esenciales.
  • Uso adecuado de medicamentos: Algunos fármacos pueden causar mareos o debilidad. Es importante revisar periódicamente la medicación con el médico para evitar interacciones peligrosas.
  • Calzado y ropa adecuada: Se deben usar zapatos con suela antideslizante y ropa cómoda que no arrastre, para evitar tropiezos.
  • Nutrición e hidratación: Una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D contribuye a la salud ósea. Mantenerse hidratado también es clave para evitar mareos y desmayos.
  • Revisión de la visión y audición: Problemas de vista o oídos aumentan el riesgo de accidentes. Un control regular con especialistas puede prevenir muchas caídas.

Prevenir las lesiones en el adulto mayor no solo mejora su calidad de vida, sino que también promueve la independencia y el bienestar en la vejez. La clave está en intentar eliminar los factores de riesgo

LA IMPORTANCIA DE LAS PROTEÍNAS EN LA SALUD DE LOS MAYORES

 

PREVENIR LA SARCOPENIA

 

La pérdida de masa muscular, conocida como sarcopenia, es una condición común en personas mayores que puede afectar su funcionalidad y calidad de vida. Una estrategia para prevenir o mitigar la sarcopenia es asegurar una ingesta adecuada de proteínas.​

La proteína es esencial para formar y reparar tejidos, fortaleciendo músculos, piel y huesos. Un déficit proteico puede ocasionar pérdida de masa muscular, debilidad del sistema inmunológico y problemas en la piel, cabello y uñas, especialmente en personas mayores que podrían sufrir sarcopenia.

La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta proteica de 0,8 gramos por kilogramo de peso corporal al día para adultos. Sin embargo, en personas mayores, esta recomendación puede aumentar hasta 1,2 gramos por kilogramo al día para contrarrestar la pérdida de masa muscular. ​

Además de la nutrición, la actividad física, es fundamental para estimular la síntesis de proteínas musculares y mitigar la sarcopenia. La combinación de ejercicio y una ingesta adecuada de proteínas puede ser más efectiva que la suplementación proteica sola. ​

En la residencia Virgen del Carmen, somos conscientes de la importancia que tiene   adaptar la dieta a las necesidades individuales, garantizando una ingesta adecuada de proteínas y fomentando la actividad física para prevenir y manejar la sarcopenia.

Una participación multidisciplinar es esencial para conseguir el bienestar general del paciente, ya que si este mantiene el tono muscular, se verá menos limitado a la hora de realizar las ABVD, lo que influirá positivamente en los procesos de deterioro de la propia edad.

 

LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS EN MAYORES

 

LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS EN MAYORES

Desde el equipo técnico de la residencia Virgen del Carmen somos conscientes de que la demencia y el Alzheimer en personas mayores, son condiciones que presentan desafíos significativos tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. Desde el punto de vista de enfermería, es esencial comprender los aspectos clínicos de estas enfermedades, además de saber cómo mejorar la calidad de vida, la atención y el apoyo a estos pacientes.

-Demencia: Grupo de síntomas relacionados con el deterioro de la memoria, el pensamiento, el juicio y el comportamiento.

-Enfermedad de Alzheimer: Es un tipo específico de demencia que afecta a la memoria, pensamiento y comportamiento. Es la forma más común de demencia en personas mayores, y sus síntomas empeoran con el tiempo. El Alzheimer se caracteriza por la acumulación de placas de proteína beta-amiloide y enredos de proteína tau en el cerebro, lo que daña las células nerviosas.

Algunos de los desafíos a los que se enfrentan los profesionales de enfermería en los centros residenciales son:

-Manejo    de    conductas    difíciles:    Los    pacientes    con    enfermedades neurodegenerativas pueden mostrar agresividad, ansiedad, o comportamientos repetitivos. Los enfermeros deben saber cómo manejar estas conductas de manera respetuosa y efectiva, utilizando técnicas de desescalada.

-Cuidado  a  largo  plazo:  La  demencia  y  el  Alzheimer  son  enfermedades progresivas, por lo que los pacientes requerirán más cuidado a medida que avanza la enfermedad. Es aquí donde los enfermeros deben estar preparados para proporcionar cuidados paliativos (manejo del dolor, proporcionar comodidad y buena calidad de vida, además de apoyo emocional a la familia)

-Apoyo  a  los  familiares:  es  crucial  que  desde  enfermería  se  explique  la evolución de la enfermedad a las familias y se les apoye y ayude en todo lo posible a lo largo de la enfermedad, ya que este proceso puede generar estrés a las familias.

CONCLUSIÓN

El cuidado de pacientes con demencia y Alzheimer es una tarea compleja que implica a todo el equipo multidisciplinar de la residencia Virgen del Carmen y que requiere una combinación de habilidades clínicas, emocionales y sociales. Los enfermeros tienen un rol crucial en el manejo de estas enfermedades, brindando atención integral que abarque tanto los aspectos médicos como los emocionales, mejorando la calidad de vida del paciente y ofreciendo apoyo continuo a las familias. La capacitación continua y el desarrollo de habilidades interpersonales son fundamentales para afrontar los retos que estas enfermedades implican.

Ana Gómez, enfermera de la residencia Virgen del Carmen.

Prevención de Lesiones en el Adulto Mayor

Prevención de Lesiones en el Adulto Mayor

 

El envejecimiento conlleva cambios físicos y funcionales que pueden aumentar el riesgo de lesiones. Las caídas, fracturas y otros accidentes son frecuentes en esta etapa de la vida, por eso en la residencia Virgen del Carmen estamos concienciados de la importancia de tomar medidas adecuadas de prevención, con el objetivo de reducir significativamente los riesgos en esta edad.

Factores de riesgo y prevención

  • Ambiente seguro: Es fundamental adaptar las residencias a las necesidades de la persona, eliminando objetos que puedan entorpecer y adaptando barras de apoyo en baños y escaleras.
  • Ejercicio y movilidad: La actividad física regular mejora la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad, reduciendo el riesgo de caídas. Ejercicios programados y fisioterapia suelen ser beneficiosos.
  • Control de enfermedades crónicas: Condiciones como la osteoporosis, la artritis o la diabetes pueden afectar la movilidad y aumentar la probabilidad de lesiones. Un seguimiento médico adecuado y el cumplimiento del tratamiento son esenciales.
  • Uso adecuado de medicamentos: Algunos fármacos pueden causar mareos o debilidad. Es importante revisar periódicamente la medicación con el médico para evitar interacciones peligrosas.
  • Calzado y ropa adecuada: Se deben usar zapatos con suela antideslizante y ropa cómoda que no arrastre, para evitar tropiezos.
  • Nutrición e hidratación: Una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D contribuye a la salud ósea. Mantenerse hidratado también es clave para evitar mareos y desmayos.
  • Revisión de la visión y audición: Problemas de vista u oídos aumentan el riesgo de accidentes. Un control regular con especialistas puede prevenir muchas caídas.

Prevenir lesiones en el adulto mayor no solo mejora su calidad de vida, sino que también promueve la independencia y el bienestar en la vejez. La clave está en la prevención y la atención constante a los factores de riesgo.

Javier ,fisioterapeuta de la residencia Virgen del Carmen. 

El Papel de Enfermería

 

Importancia de la labor de  Enfermería en la residencia Virgen del Carmen 

 

La profesión de enfermería es fundamental en la Residencia de mayores Virgen del Carmen, ya que garantiza el bienestar y la calidad de vida de los residentes. Las personas mayores suelen presentar problemas de salud crónicos, disminución de la movilidad y necesidades especiales que requieren atención constante y personalizada. En este contexto, el personal de enfermería de nuestra Residencia Virgen del Carmen desempeña un papel clave en la prevención, tratamiento y el cuidado integral de los adultos mayores.

Uno de los aspectos más importantes de esta profesión es la supervisión de la salud de los residentes. Los enfermeros monitoreamos signos vitales, administramos medicamentos y detectamos a tiempo cualquier cambio en el estado de salud, evitando complicaciones graves. Además, somos responsables de la aplicación de tratamientos médicos, curación de heridas y asistencia en actividades diarias, promoviendo la autonomía y dignidad de los mayores.

La enfermería también cumple una función esencial en el acompañamiento emocional y psicológico de los residentes. Muchas personas mayores pueden experimentar sentimientos de soledad o depresión, y el personal de enfermería, con su trato humano y cercano, brinda apoyo y seguridad emocional. Su labor va más allá de los cuidados físicos, ya que crean un ambiente cálido y de confianza dentro de la residencia.

Otro aspecto clave de esta profesión es la prevención de enfermedades y la promoción de hábitos saludables. Los enfermeros educamos a los residentes y sus familias sobre medidas de higiene, nutrición y actividad física, contribuyendo a un envejecimiento saludable. También juegamos un papel fundamental en la coordinación con médicos y otros profesionales de la salud, garantizando una atención integral y efectiva.

En conclusión, la enfermería en la residencia para mayores Virgen del Carmen es indispensable para asegurar el bienestar físico y emocional de los residentes, ofreciendo una atención profesional, humanizada y de calidad que mejora su calidad de vida.

LA OCUPACIÓN COMO MEDIO Y FIN TERAPÉUTICO

LA OCUPACIÓN COMO MEDIO Y FIN TERAPÉUTICO 

La Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WFOT) define a la Terapia Ocupacional como una profesión que se ocupa de la promoción de la Salud y el Bienestar a través de la ocupación. El principal objetivo de la profesión es capacitar a las personas para participar en las actividades de la vida diaria. Desde un contexto terapéutico, la ocupación engloba las actividades y tareas significativas que una persona lleva a cabo en su vida diaria, desde aquellas que son de autocuidado y mantenimiento, las que nos permiten relacionarnos con otras personas y nuestros entornos; y aquellas que tienen que ver con lo laboral, formativo y recreativo (actividades de ocio y tiempo libre) además de la participación social.

En la residencia Virgen del Carmen somos conscientes de que el  proceso de envejecimiento trae consigo deterioro físico, psicológico y social, por lo que trabajamos a diario para  mantener al adulto mayor activo a través de las diferentes áreas de la ocupación, para que le permitan mantener su autonomía e independencia lo máximo posible, además de evitar el deterioro.

Los terapeutas ocupacionales  a través de actividades específicas buscamos ayudar a nuestros residentes a mejorar capacidades físicas, cognitivas y sociales. Estas ocupaciones están centradas en la identidad de la persona y en su sentido de competencia. Por ello es importante fomentar la participación en actividades que le gusten y les motiven, así como ofrecerle oportunidades para aprender cosas nuevas.

A la vez, nuestro fin último es que la persona pueda participar en actividades significativas de manera independiente y satisfactoria. Por lo tanto, la ocupación es el resultado esperado de nuestra intervención lo que promueve el bienestar y la calidad de vida. De este modo, la ocupación es central en la terapia ocupacional ya que es un medio para alcanzar unos objetivos terapéuticos a la vez que es un fin que contribuye al bienestar integral de la persona.

Por ello, desde la residencia Virgen del Carmen, nuestro equipo multidisciplinar trabaja en conjunto para ofrecer a nuestros residentes una gran variedad de actividades físicas, cognitivas, recreativas, religiosas… y fomentar a las personas a que desarrollen sus ocupaciones, promoviendo la salud y el bienestar, a la vez que contribuimos a una sociedad más justa e inclusiva para que todas las personas puedan participar según sus potencialidades en las ocupaciones de la vida diaria.

Verónica García, terapeuta de la residencia Virgen del Carmen.

ÚLCERAS POR PRESIÓN

ÚLCERAS POR PRESIÓN 

Las curas de úlceras y heridas en las residencias de mayores, son un aspecto crítico de la atención de salud que requiere un enfoque especializado y sistemático. Las úlceras por presión, que son lesiones cutáneas resultantes de la presión prolongada sobre la piel, son especialmente comunes en personas mayores, especialmente en aquellos con movilidad reducida.

Estas lesiones pueden causar dolor, infecciones y una disminución significativa en la calidad de vida de los residentes. La prevención es el primer paso en el manejo de estas lesiones. En la residencia Virgen del Carmen, el personal de enfermería realiza evaluaciones regulares del estado de la piel de los residentes, identificando áreas en riesgo.

Esto implica cambios frecuentes de posición para aliviar la presión sobre zonas vulnerables, así como el uso de colchones y cojines especiales que distribuyen mejor el peso. Cuando se identifican úlceras, es esencial aplicar un plan de tratamiento adecuado. Esto incluye la limpieza cuidadosa de la herida, el uso de apósitos que favorezcan la curación y la evaluación continua del progreso.

Las enfermeras de esta residencia están capacitadas en técnicas de cuidado de heridas, utilizando productos que promuevan un ambiente húmedo para facilitar la cicatrización, así como intervenciones nutricionales para asegurar que los residentes reciban una dieta rica en proteínas y micronutrientes. Además, el manejo del dolor es un aspecto fundamental. Los profesionales de la salud deben evaluar y controlar el dolor asociado a las úlceras, garantizando que los residentes estén cómodos durante el tratamiento. La educación y la comunicación con los familiares también juegan un papel importante. Involucrar a las familias en el cuidado y mantenimiento de la salud de sus seres queridos contribuye a un enfoque más efectivo y colaborativo.

En conclusión, las curas de úlceras y heridas en la residencia Virgen del Carmen son un componente esencial para mantener la salud y el bienestar de los residentes, minimizando riesgos y promoviendo una mejor calidad de vida.

Beatriz Cano, enfermera de la residencia  Virgen del Carmen.

 

El Ictus y su Impacto en la Vida Diaria: ¿Cómo Afecta y Cómo Recuperarse?

El Ictus y su impacto en la vida diaria

 

 

El ictus es una de las principales causas de discapacidad en personas mayores. Puede afectar la movilidad, el equilibrio, la fuerza y la coordinación, dificultando actividades cotidianas como caminar, vestirse o incluso hablar. Estas limitaciones surgen por la debilidad muscular, la rigidez, la falta de coordinación y el control motor deficiente.

Aproximadamente la mitad de las personas que sufren un ictus logran recuperar cierta independencia, pero muchas aún presentan secuelas como hemiparesia (debilidad en un lado del cuerpo) o hemiplejia (parálisis parcial o total). Además, pueden experimentar dificultades cognitivas, problemas del habla, depresión y limitaciones en su vida social, lo que afecta directamente su calidad de vida.

La Rehabilitación: Clave para la Recuperación

En Virgen del Carmen, sabemos que, gracias a la plasticidad neuronal, la rehabilitación juega un papel fundamental en la recuperación, ayudando a reorganizar las conexiones neuronales y mejorar el control motor. Los ejercicios específicos y repetitivos son esenciales para estimular la plasticidad cerebral y recuperar el movimiento.

Un enfoque efectivo en la rehabilitación incluye:

✅ Entrenamiento del control motor y movilidad: Se trabaja para recuperar la coordinación y los movimientos funcionales, favoreciendo la independencia en actividades diarias como caminar o agarrar objetos.

✅ Ejercicios de equilibrio y postura: Mejoran la estabilidad y reducen el riesgo de caídas. Se trabaja especialmente en el fortalecimiento del tronco y la pelvis, fundamentales para mantener una postura erguida y moverse con seguridad.

✅ Rehabilitación de la fuerza muscular: Se busca fortalecer los músculos debilitados tras el ictus, especialmente en las extremidades afectadas. Esto permite recuperar la capacidad de movimiento y evitar la atrofia.

✅ Estimulación sensorial y propioceptiva: Ayuda a mejorar la percepción del cuerpo en el espacio, esencial para la coordinación y el equilibrio. Se utilizan ejercicios que trabajan la sensibilidad táctil y la respuesta a estímulos externos.

✅ Reeducación de la marcha: A través de técnicas específicas y dispositivos de apoyo, se entrena al paciente para volver a caminar de forma más eficiente y segura.

✅ Terapia ocupacional: Se enfoca en la recuperación de habilidades necesarias para realizar tareas diarias como vestirse, comer o escribir, mejorando la autonomía del paciente.

✅ Rehabilitación del lenguaje y la comunicación: En los casos donde el ictus ha afectado el habla o la comprensión, la terapia del lenguaje ayuda a recuperar la capacidad de comunicación.

✅ Apoyo psicológico y cognitivo: Muchas personas sufren depresión, ansiedad o dificultades cognitivas tras un ictus. La terapia psicológica y ejercicios para mejorar la memoria, la atención y el razonamiento son fundamentales en la recuperación integral.

El ictus es un desafío, pero con un tratamiento adecuado y constancia en la rehabilitación, es posible recuperar la independencia y mejorar la calidad de vida. La clave está en la paciencia, el esfuerzo y el apoyo de un buen equipo profesional. 💪🧠

Por todo ello, en la Residencia Virgen del Carmen nos establecemos como objetivo ofrecer cuidado y atención integral, precoz y especializada a pacientes que lo hayan sufrido, recuperando las habilidades y funciones afectadas.

Mercedes Celdrán , fisioterapeuta de la residencia Virgen del Carmen.

FISIOTERAPIA EN EL ADULTO MAYOR CON OSTEOPOROSIS

Fisioterapia en el adulto mayor con Osteoporosis

 

La osteoporosis es una afección en la que los huesos disminuyen su densidad ósea, debilitándose, y llevando, por tanto, a un incremento en el riesgo de fracturas. Esto afecta predominantemente a la población geriátrica, principalmente a mujeres postmenopáusicas, pero también puede ocurrir en hombres. En esta patología no aparecen síntomas, la enfermedad se manifiesta cuando aparece una fractura, siendo las más comunes las de cadera, vértebras y muñecas.

La osteoporosis puede tener un gran impacto en la calidad de vida de las personas y es por ello que la fisioterapia presenta un papel esencial en la prevención y el manejo de las posibles complicaciones que esta pueda conllevar.

Desde el equipo de fisioterapia, diseñamos programas de ejercicios en los que se fomenta la carga y la compresión ósea lo cual es esencial para mantener la densidad ósea y prevenir la pérdida de hueso adicional.

En dichos programas se incluyen ejercicios de fortalecimiento muscular (con entrenamiento de fuerza), potenciación de la estabilidad (con ejercicios de equilibrio) y de movilidad. Además, se incluyen ejercicios de potenciación cardiovascular como son la deambulación o el pedalier. Esto permite mejorar la fuerza de miembros inferiores, la estabilidad de cadera, el control de tronco y la mejora de la postura y de la coordinación, de forma que se actúa directamente sobre la prevención de caídas y de fracturas.

Al igual que el diseño de ejercicios que se deben realizar, es importante saber que se deben evitar movimientos de alto impacto o que impliquen torsiones excesivas para reducir el riesgo de fracturas.

En la Residencia Virgen del Carmen conocemos el alto impacto que puede suponer esta enfermedad en nuestros mayores, por ello, desde el equipo de fisioterapia, actuamos diariamente tanto de forma grupal como individual para prevenir complicaciones y mejorar su calidad de vida, a través de ejercicios adaptados a las capacidades y necesidades de cada uno de los residentes.

María Cánovas, fisioterapeuta de la residencia Virgen del Carmen.

LA DEMENCIA

LA DEMENCIA

 La demencia es un síndrome que afecta las capacidades cognitivas, incluyendo la memoria, el razonamiento, el lenguaje y las habilidades para realizar actividades diarias. No es una enfermedad en sí misma, sino un conjunto de síntomas causados por diversas afecciones, siendo el Alzheimer la causa más común. Otros tipos incluyen la demencia vascular, con cuerpos de Lewy y frontotemporal.

Este trastorno afecta principalmente a personas mayores, aunque también puede presentarse en edades tempranas. Los primeros síntomas incluyen olvidos frecuentes, dificultad para concentrarse y cambios en el comportamiento. Con el tiempo, puede llevar a una pérdida significativa de autonomía, afectando tanto al paciente como a sus cuidadores.

Actualmente, no existe una cura para la demencia, pero tratamientos médicos y terapias como la estimulación cognitiva pueden mejorar la calidad de vida. Además, adoptar un estilo de vida saludable, con ejercicio regular, dieta balanceada y control de enfermedades crónicas como la hipertensión, puede ayudar a prevenirla. En la residencia Virgen del Carmen trabajamos cada día para que los residentes mejoren o mantengan sus capacidades físicas y cognitivas.

A nivel global, la demencia representa un desafío creciente. Según la OMS, más de 55 millones de personas viven con este síndrome, una cifra que se espera triplique para 2050. Para enfrentar este problema, es crucial aumentar la inversión en investigación, mejorar los diagnósticos tempranos y promover el apoyo social para los afectados y sus familias. La concienciación y la acción colectiva son clave para mitigar su impacto.

Francisco Javier Martínez , fisioterapeuta en la residencia Virgen del Carmen.