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INGRESAR EN LA RESIDENCIA VIRGEN DEL CARMEN ES UNA EXPERIENCIA CERCANA Y PROFESIONAL

¿Cómo se realiza un ingreso en la residencia Virgen del Carmen?

 

El momento de ingresar a un ser querido en una residencia de mayores es, sin duda, una decisión cargada de emociones. En el Centro Virgen del Carmen, entendemos la importancia de este proceso tanto para el usuario como para sus familias, por lo que buscamos ofrecer un acompañamiento cercano, humano y profesional desde el primer contacto.

La primera visita: escuchar, entender y acompañar

Todo comienza con una visita inicial con la trabajadora social, quien desempeña un papel clave en este proceso. Durante esta reunión, su objetivo principal es conocer en profundidad las necesidades del futuro residente. Para ello, realice una valoración integral que incluya:

  • Estado de salud y necesidades físicas: Se evalúan las patologías presentes, el grado de autonomía, si requiere ayudas técnicas como una grúa para movilizaciones, si es incontinente o necesita una dieta especial, entre otros aspectos.
  • Historia personal y gustos: También se recoge un pequeño resumen sobre su vida, como su profesión, sus intereses y preferencias, para garantizar que su estancia sea lo más personalizada y cómoda posible.
  • Trámites en curso: Si la familia ha iniciado gestiones relacionadas con la Ley de Dependencia, este es el momento para abordarlo y aclarar cualquier duda.

Es un momento clave tanto para la familia como para el profesional. Es frecuente que los familiares lleguen con sentimientos encontrados: culpa, tristeza e incluso desesperación. Muchas veces, los hijos sienten que han agotado todos sus recursos para cuidar a su madre o padre en casa, pero se enfrentan a una situación insostenible.

El trabajador social no solo recopila información práctica, sino que también brinda apoyo emocional. Les ayuda a comprender que tomar esta decisión no significa abandonar a su ser querido, sino buscar su bienestar y calidad de vida en un entorno adecuado. Una residencia como el Centro Virgen del Carmen no es solo un lugar de cuidados, sino también un espacio donde los mayores se sienten entendidos, valorados y acompañados. Aquí pueden socializar con otras personas de su edad, lo que contribuye a mejorar su estado de ánimo y su calidad de vida.

Un ingreso bien planificado

Con toda la información recopilada, una vez que el ingreso se formaliza, la trabajadora social se encarga de trasladar esos datos al equipo multidisciplinar del centro. Este equipo utiliza dicha información para tomar decisiones clave sobre los cuidados del usuario.

Esta coordinación garantiza que cada persona reciba la atención que necesita desde el primer día, con un plan de cuidados adaptado a su situación.

Una decisión difícil, pero necesaria

Para muchas familias, el ingreso a una residencia puede ser una decisión llena de dudas. Sin embargo, en el Centro Virgen del Carmen trabajamos para que este proceso sea lo más sencillo y transparente posible, apoyando tanto a los mayores como a sus seres queridos en cada paso del camino. Aquí, entendemos que no solo se trata de cuidar, sino de ofrecer un hogar en el que nuestros residentes puedan sentirse bien consigo mismos y con quienes los rodean.

Al final, lo que la familia busca es lo mismo que nosotros: asegurar el bienestar, la dignidad y la felicidad de sus mayores. Y ese es nuestro compromiso.